Cuento de Sergio Espinoza
COLGADO DE LA LUNA Nunca la noche fue tan oscura, ni la luna estuvo tan blanca. Estoy colgando de ella. De la luna. ¿Por qué? Porque el winche de mierda se volvió a atascar. En realidad, la idea de la luna se le ocurrió a un viejo con el que trabajé en otra mina y tiene razón, es como la luna. Allá arriba, brillante y redonda, sobre mi cabeza, la luz del día que me llega desde la boca del pique. En realidad, tampoco cuelgo de esa luna sino de la “pata de cabra”, que es el trípode de madera que sostiene la polea para bajar el balde. Y allí es donde estoy. En este puto balde sentado esperando a que terminen de subirme. Hacía días que el winche no se atascaba. Y como ando con la mala, me tuvo que pasar a mí. Yo no sé por qué se demoran tanto. ................... Demasiado silencio. He gritado y movido el cable no sé cuántas veces. También he golpeado en el aro, nada. No hay resp