Poemas de Hernán Baeza
Árbol
Árbol de caballos que sueñan en
carreras de combates.
Aliento de los peces que celebran el
regreso de la luna.
La lluvia florece dentro de ti. Viajas
en llamas de espejos.
Surtidor entre las campanas de las
montañas.
Sonido de guitarra, crías los cantos
de los pájaros.
Entre los caminos errantes sostienes
los puentes
dormidos. Árbol de mar derramado,
fosforescente,
giras por las noches entre lágrimas
que iluminan
tus raíces.
Estás hecho de proas de barcos, rompes
el mar entre
los
labios de oraciones, anuncias al sol, olfateas las
huellas
de los ángeles.
Árbol
de serpientes, elevación de la tierra. ¡Subes!
Eres
un faro de piedras de oro.
Mano
de luz, cavernas donde tañe tu garganta.
Remos
de alas que avientan el trigo.
Cascada
que consume las bocanadas del desierto.
Hilos
de colores aran tu sombra, el peuco acecha
las
brisas de las culebras.
Árbol
de espinas, racimos amarillos que aroman las
abejas.
Los cactus te dicen sus oraciones, marchan
en
busca de un río en la noche.
Muelle
que respiras. Las garzas te traen sus bitácoras,
el
lucero es un gran fuego en los cerros.
Abuelo
de familia. Lechuzas insomnes entre los nudos
de
tu tronco.
El
olor de los nogales me murmura:
¡Aquí
vimos venir el amanecer!
DECLINACIÓN
DE LAS MUERTES QUE ME CORRESPONDEN
Me
empuertas
me
lanzas
me
unges
me
rajas
me
aras
me
sangras
me
hundes
me
empiedras
me
entierras
me
vuelas
me
degüellas
me
levantas
me
bailas
me
clavas
¡Luces
que llaman a la noche
rajas
de los que buscan el cobre
tuerces
las corrientes hasta el estallido!
¡Cumbres
del mar que derraman la sal
cuerpos
abiertos de los hombres sacrificados
pupilas
de las serpientes ganchos de las
jibias!
¡Rocas
escritas con señales del tiempo
con
manos secas con agujas secretas
entre
bestias oscuras que no saben de la luz!
Traes
el rocío lo más oscuro entre lo oscuro
en
el tambor secreto desgarrado hambriento
para
pasar todas las muertes que me corresponden
más
allá de los demonios y de la luz
SÓLO LOS
VIEJOS SON EXPLORADORES
En los deltas de los
ríos, sólo los viejos son
exploradores. Van y
vienen inmóviles, inquietos
como garzas que reflejan
sus espejos.
Raspan rocas oxidadas,
amontonan imágenes y colores,
ordenan los adobes.
Registran con cuidado la tierra:
buscan sus máscaras.
Sólo los viejos son
exploradores que van, a veces no
vuelven. Se miran las
líneas de las manos, se
confunden con las
constelaciones.
Algunos pueden volar. Se
sumergen en la tierra hasta
encontrar los pájaros que
viajan sobre las tortugas.
En los deltas de los
ríos, entre sus huevos, corren al
mar.
HERNÁN
BAEZA
Nació en Santiago y
estudió Medicina en la Universidad de Chile.
Participó en los
talleres de poesía de Miguel Arteche y Alejandra Basualto.
Publicaciones:
Tercera antología taller nueve. Ediciones Taller
Nueve, Santiago, 1984.
María Angola, Editorial La Trastienda, Santiago 1997. Antología Jueves 19:30,
Editorial La
Tastienda, 1998. Nosotros topeamos a la
muerte, Editorial La Trastienda, 2005.
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