Poemas de ASTRID VILLOUTA SECO

El pecho acurruca amor y consuelo

mientras los cuerpos se desesperezan

Un día más de amanecer juntos

mar verde y tranquilo

ya no hay guerra ni angustia

y la pasión es una copa que bebemos a escondidas

Semidormida repaso:

los peces fueron menos

y hubo rosas y espinas

también lavadoras, cartas, mudanzas,

cuentas por pagar

Me gusta observar

cómo estiramos el cuerpo

y los últimos minutos

del despertar

Derretidos como el reloj de aquel pintor

Cuando suene la alarma

tendremos que correr

atropelladamente

La ciudad acelerada nos espera

De cuando en vez

hago poemas escurridizos

que se me caen por la ventana de la memoria

se resbalan del bolsillo gastado

se deslizan fuera de mis sueños

Y quedan perdidos

sin dueño

como sonámbulos apátridas

flotando en el espacio

cibernético

Y yo también

quedo perdida

sin rastro ni memoria

imposibilitada de narrarme

devorada por la amnesia de mí misma

Años perdiendo poesía

Que la inspiración me pille trabajando

cuando se abran las grandes alamedas

y mi padre se levante de su tumba

para verlo y celebrarlo

Que la inspiración me encuentre redactando

cuando caigan los cuervos y las rosas

y las trompetas sueñen destempladas

y se encuentre la muerte con los nuestros

Que la inspiración me asalte cocinando

Ideas grandilocuentes y redondas

que se plasmen en grandes teoremas

y en poemas rojos y encendidos

Pero que también la inspiración me aguarde

cuando me distraiga en otro oficio

y me enrede en las angustias cotidianas

y el tema del día sean reuniones y carpetas

y queridos  impacientes que me esperan

Que las inspiración tenga paciencia

cuando pasen años sin palabra

sumida en amores de una poesía sin idioma

entre niños, comedores y alcancías

entre ancianos sin edad y sin memoria

Que la inspiración me espere agazapada,

húmeda, tranquila y silenciosa,

en los ojos que me miran y devuelven

el recuerdo de quién soy y quién he sido

Soy Astrid Villouta Seco (1968), psicóloga de la PUC titulada en 1992. 

Me dedico desde entonces a la psicología clínica. También soy terapeuta familiar y de parejas y magíster en psicoanálisis relacional e intersubjetivo. 

Soy hija y nieta única, madre de dos adolescentes, y esposa de Carlos, mi compañero desde hace 23 años. 

Si bien hice un libro individual (De Musas Y Guerreras) y participé en la Antología Jueves 19:30, hace años que no escribo de modo constante. Mi identidad de poeta quedó oculta desde que fui mamá. Mis colegas me conocen como "Astrid, la que redacta bien"