Taller La Trastienda



Interior del Taller La Trastienda

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Poemas de Carolina Pezoa

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un lugar puede ser abandonado una palabra imagina partir * tallada                        detallada en su blanco tú contarás la historia como si fuera posible renunciar a ella * sin oleaje       sin extensión            la carne era su falta                su velo           su lazo apenas me detengo a punto de olvidar qué cose esa voz * se lee            se deja leer cercenando el borde que separa su lengua en mitad del aliento una fecha     se pierde en el cuerpo * lejos de toda palabra lejos de toda conciencia donde los ojos no son más que panales de memoria   danza                         andanza no por nada es caída todavía * y hacia dónde si no dices nada y ganas tiempo repartes letras a la velocidad de la mano estás aprendiendo de memoria Carolina Pezoa (Santiago de Chile, 1973). Ha publicado tres poemarios:
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Poemas de Emilio Tejo

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PER VERSO Y si probamos las cosas de forma distinta y por ejemplo tú te colocas mi polera verde que uso de pijamas y la guardas sobre tu piel arrastrando tus rodillas por el suelo deslizando tu mar sobre la arena llegando a compartir un poco de sal tocándome tres segundos con tu lengua volviéndote fotografía en blanco y negro para no olvidar ni perderme los detalles y conocer un poco       el sabor de tu oscuridad             GARUANDO Hay lluvia Sí         pero también puede ser una garúa donde los paraguas se encuentren en nuestras manos solo para estorbar al amor porque no había tanto a qué temer o de qué avergonzarnos ya que simplemente no van a parirnos de nuevo Por esto te llamo como al roce o la paz perfumada de todas las cosas sin tu ausencia y al igual que tú       el crepúsculo se vuelve una ceremonia o una fiesta de tu silencio No había palabras para bautizarte solo escribir tu nombre con cada centímetro del tacto
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Poemas de Bernardo Grez

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PRIMA NOCTE 1 Tocándola de oído violento todos sus broches hago claudicar el botón de cara redonda que custodia su ombligo así abierta como una naranja deja escapar su lado lacustre entonces enfrento todos sus pechos que ruedan como bolas de fuego su piel incógnita tartamuda en los extremos esponjosa como la tierra vegetal cuando la lluvia la sorprende recorro cada ladera cada nervadura desfiladero y la ciénaga de textura incendiaria hilvano en ella con firmeza como lo hacen las bestias del mar atrapadas en una copa de vino esta noche es la primera noche con el sol atorado entre las piernas 1 Del latín; primera noche EMBOCADO Cada vez que se apaga la luz no encuentro tu boca entonces desesperado la busco con mi ojo del oriente puesto en los labios tanteo tus laderas de solana el estuario innavegable bajo tu pijama y los trigales apiñados junto a un precipicio hurgo incluso en tu lado forestal donde
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